En Farmers Farm valoramos a todos los granjeros por igual, todos son lo más importante de este proyecto. Pero en el Día Internacional de la Mujer Rural nos alineamos con otros organismos internacionales para empoderar a las mujeres rurales en el ámbito social, económico y político.
Las mujeres en entornos rurales se enfrentan a una discriminación significativa en lo que respecta a la propiedad, la remuneración, la capacidad de decisión o el acceso a recursos y mercados.
No así en en la Granja de los Granjeros, que tratamos de denunciar las situaciones de discriminación y desigualdad de las mujeres rurales, mejorar sus formación y reconocer el importante papel que desempeñan en la estabilidad y desarrollo de zonas rurales despobladas y desprotegidas.
Artesanas, emprendedoras, agricultoras, ganaderas… ¡granjeras! En Farmers Farm las mujeres rurales pueden tener distintos apellidos, pero cada una tiene un nombre propio único y fuerte.
¿Quiénes son las mujeres rurales de Farmers Farm?
Empezando por la más veterana, Carmen, que a sus 77 años teje bolsas y cestas artesanales para seguir colaborando económicamente con su familia y comunidad, un pequeño de la Comarca de Baza de menos de 200 habitantes. En el otro lado, Anita, una joven agricultora que ha tomado el relevo de su familia en la producción de aceite de oliva ecológico.
Eli es bióloga pero decidió regresar a su pueblo, Freila, y emprender un cultivo propio de pistachos ecológicos. Una historia similar a la de Esmeralda salvo que ella llegó desde Santo Domingo a Benalúa de Guadix para apostar por los melocotones. Xiomara cultiva tomates ecológicos con su pareja, igual que lleva haciendo toda su vida Mari Cruz en Caniles. Su huerto es una fiesta de hortalizas ecológicas de temporada.
Mari Carmen representa a muchas mujeres rurales que el paro y la edad dejan “en tierra de nadie”. Pero ella, lejos de venirse abajo, emprendió un negocio propio de quesos de cabra artesanales. Y para Maria José fueron los chocolates la oportunidad laboral que necesitaba en Pozo Alcón. Un autoempleo muy dulce con 25 años de recorrido.
Todas ellas son un gran ejemplo de que con la capacitación, el reconocimiento y el apoyo adecuado, las mujeres son la semilla para cambiar el mundo rural.