La historia de Juan se funde con el barro en los años 70, cuando, a la edad de solo 12 años, se convierte en “el chico de los recados” de una de las Escuelas de Artes más importantes de la provincia. Llegaba todos los días en bicicleta a Purullena (Guadix), a interesarse por aprender el oficio, hasta que el maestro alfarero de entonces lo aceptó como alumno.
Hoy Juan ya es un artesano experto, con un taller propio en Guadix, dónde con gran destreza trabaja la cerámica, la escultura y la pintura. Sus piezas de alfarería son únicas, hechas a mano siguiendo las técnicas más artesanales y atávicas de la comarca.
El auge de la alfarería en esta zona se debe, en gran medida, a la riqueza de arcillas en el terreno. Al tratarse de un material tan dúctil, abundante y fácil de extraer, históricamente la fabricación de objetos de barro ha sido constante, contribuyendo a caracterizar la cultura y patrimonio de la comarca de Guadix.
Las piezas de cerámica que crea Juan son tanto para uso doméstico como decorativo. Platos, vasos, cazuelas, fuentes, botijos, jarras… auténticas pruebas de una tradición que se remonta al siglo XVI y de un oficio artesanal que no debe perderse.
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